Pero comencemos por el principio, por conocer Kowa, la empresa que la desarrolló. Pese a que su creación se remonta a 1894 en Negoya (Japón) inicialmente se enfocó a la industria textil. Tras varios bandazos entre diferentes sectores no es hasta 1946 cuando parece encontrar su camino. Así, durante la segunda guerra mundial su enfoque en la producción de elementos ópticos desembocó en una especialización en todo tipo de prismáticos, visores, miras para rifles, etc. También desarrollaron objetivos fotográficos bajo la denominación Prominar, una marca muy conocida sobre todo entre los usuarios de las míticas Leicas.
Corría 1954 cuando lanzó al mercado su primera cámara fotográfica: la Kowa Kalloflex, una camara TLR 6x6 que salió al mercado junto con algunas cámaras de 35, tanto de lentes fijas como intercambiables que poco tiempo después serían relanzadas bajo la denominación Graflex Century 35. En 1972 lanzó su última cámara de 35 tras una serie enfocada al mercado amateur: la UW190, denominada así por ser una ultra wide con un 19mm.
Así llegamos a 1968, cuando Kowa lanzó su proyecto mas ambicioso: la Kowa Six, una SLR de 6x6 con objetivos intercambiables y que pronto fue denominada, como adelantaba anteriormente, la Hasselblad de los pobres. Dos versiones mas la seguirían cln ligeras modificaciones: la Six MM y la Super Six. La primera incorporó el bloqueo del espejo y la posibilidad de múltiples exposiciones; la segunda añadió los chasis de película intercambiables.
Desde el lanzamiento de esas tres joyas se enfocó casi exclusivamente al desarrollo de prismáticos de precisión y miras telescópicas. En 2009 lanzó al mercado el TD-1, una mira telescópica con una cámara digital incorporada, actualmente su base de negocio.
En mi caso encontré en segunda mano una pieza en muy buen estado. Se trata de una Kowa Six MM en perfecto estado que me ha demostrado el porque los objetivos de esta marca consiguieron tanta aceptación en el mercado profesional.
Tened en cuenta que su forma no es la tradicional de una SLR de formato medio, mas alta que ancha y que rompe todos los cánones de diseño de este formato a la vez que sorprende por la practicidad y la funcionalidad. Cuenta con elementos de los que solo gozaban los modelos mas exclusivos: objetivos intercambiables, visores intercambiables, múltiples (no dobles) exposiciones, bloqueo de espejo para evitar las vibraciones de éste en su bajada, posibilidad de 120 y 220,...
En cuanto a los objetivos, la Six cuenta con un catálogo de cristales realmente llamativo que va desde un 30mm fisheye hasta un tele 250mm. Y ese es precisamente uno de sus puntos fuertes, una altísima calidad en objetivos a un precio bastante mas asequible que sus homólogos de Hasselblad.
Como veréis en las fotos de mi última salida sus objetivos tienen esa "crema" tan difícil de encontrar aunque dentro de poco recibiré al angular para poder probar si es común a todos sus modelos. Las dos tomas están hechas usando el 85 con Portra 800:
esta segunda tiene "truco":
Fuentes:
kilfitt
camerapedia
